Estructura de la sociedad colonial

   Elaborado por Maria Pia Gonzalez 

La sociedad colonial básicamente es el fruto de la interacción del mundo indígena con el español. Ambas realidades presentaban un panorama social muy complejo al momento de la conquista española.

En América la existencia de innumerables pueblos determinó una importante diversidad cultural, expresada en sociedades muy diferentes entre sí. Había desde pueblos con una simple organización tribal hasta grandes "imperios" en Mesoamérica y Perú. Mientras en los primeros el parentesco era el principal elemento de integración social, los "imperios" poseían una sofisticada estratificación dentro de un complejo ordenamiento estatal.

Por otra parte, los europeos del siglo XVI provenían de un continente en el cual predominaba una sociedad estamental caracterizada fundamentalmente por la existencia de tres grandes cuerpos sociales: nobleza, clero y estado llano. La movilidad social era muy escasa y la pertenencia a cada estamento dependía de la pureza de la sangre. Es decir, quien nacía en cuna noble moría noble y quien nacía campesino terminaba sus días de igual manera.

 En el siglo XVI indiano no hubo una sociedad única sino varias coexistentes y coincidentes en diversos grados de relación y dependencia. A grandes rasgos se pueden identificar dos universos sociales: las llamadas "república de los españoles" y "república de los indios". Los españoles se concentraron esencialmente en torno a las ciudades, en tanto los nativos permanecieron en el ámbito rural. Esto implicó la aparición de una dicotomía campo-ciudad muy significativa en la historia de la América española.

El panorama descrito varió sustancialmente a lo largo del segundo siglo colonial. La inevitable mezcla biológica entre indígenas, españoles y negros configuró un mundo multirracial, donde mestizos, mulatos y zambos experimentaron un crecimiento continuo. La sociedad americana, constituida por una serie de grupos con diferentes derechos, privilegios, ocupaciones laborales y posición económica, tomó un marcado carácter estamental

Para el siglo XVIII, en palabras de María Ángeles Eugenio, "nos encontramos ya con una estructura social perfectamente estratificada, pero no sólo en función de la riqueza de sus individuos, sino en función de lo que mayor trascendencia tuvo en la sociedad hispanoamericana: el color y la fisonomía de tales individuos; o sea, una élite de blancos o casi blancos y una masa de gente de color que, en términos generales, se denominó oficialmente castas ".

 Los nombres que se le dieron a cada grupo humano de acuerdo a su color de piel; “la denominación racial”. Las oportunidades y desventajas que éstos tenían y su ubicación geográfica. Dentro de estos grupos el de mayor manifestación racial propia del periodo colonial fue el mestizaje, pero también existen otros como ser los criollos, mulatos y zambos; en el presente está detallado la mezcla que dio origen a cada grupo. La sociedad colonial se caracterizó por ser muy jerarquizada, la clase social más alta era la aristocracia.

 Para hacer mención un poco de lo que ya han estudiado y expuesto los grupos anteriores recordaremos que la administración colonial, era dirigida por el rey principalmente, y éste era representado en las colonias por virreyes y gobernadores; el virrey era el otro yo del rey, tenia que ser de familia noble y en su administración era jefe civil y militar; tanto él como el gobernador: vigilaban la administración en materias de gobierno, judiciales, militares, eclesiásticas y económicas.

Al final del proceso de conquista las poblaciones indígenas fueron sujetas al poder español de forma indiscriminada. Los diferentes grupos indígenas se vieron reducidos a su mínima expresión, si acaso no fueron aniquilados del todo, el choque entre Europa y América resultó nocivo para los naturales, quienes vieron destruidos su orden social, creencias, sentido de la justicia y, en algunos casos hasta su lengua.


Peninsulares: Blancos nacidos en España, originalmente lo constituían los conquistadores, entre los que vinieron campesinos, artesanos, militares, mineros; predominando los hombres sobre las mujeres. La inmigración española a América prosiguió durante todo el periodo colonial, ya que en la sociedad colonial centroamericana encontraban mayores posibilidades de movilidad social y mejoramiento económico que en la sociedad española rígidamente estructurada. Solo una minoría de ibéricos se benefició con las posesiones ultramarinas de España.

Criollos: blancos nacidos en América. Se empleó este término primeramente referido a los hijos de los conquistadores y primeros pobladores. Éstos eran los llamados criollos viejos. La constanteinmigración de españoles a la Capitanía General dio origen a los llamados criollos nuevos, quienes en conflicto con los primeros sostenían que su inmediata procedencia de España valía más que cualquier abolengo. Durante todo el periodo colonial existieron disputas y tensiones entre estos do grupos. El creciente número de criollos y de mestizos fue pronto visto por los peninsulares como una potencial amenaza a su dominación. En el siglo XVII, cuando ocurrió la contracción económica tanto en América como en España, se incrementó la competencia por el acceso a la riqueza, el estatus y la seguridad, los criterios de pureza de raza y fenotipo fueron reforzados tanto en España como en sus colonias. De acuerdo a Severo Martínez Peláez, las viejas familias herederas de la conquista fueron perdiendo terreno en lo económico y en lo político, pero las nuevas generaciones de criollos, sin alcanzar las más altas posiciones de mando, lograron enriquecerse y retener la posición que había correspondido a los antiguos criollos.

Mestizos: la mezcla de razas en América, bajo los efectos y las consecuencias de la conquista era inevitable. Al principio, su numero era limitado, la mezcla racial poca y la residencia de los europeos de corta duración. Sin embargo, la mezcla racial en América pronto produjo un estrato social que se hizo numéricamente significativo y ocupacionalmente necesario, pero que tanto en la práctica como en la teoría era objeto de discriminación racial y económica por parte de los blancos. Un ejemplo representativo es el siguiente: si bien por una parte los mestizos estaban exentos de pagar tributo (cuyo pago era obligatorio para el indígena), por otra el Estado les negaba la posesión de tierras. Esto se explica ya que los mestizos eran un contingente humano en crecimiento constante. Esta política originó que el mestizo, sin tener nada más que su fuerza de trabajo, se vio obligado a desplazarse a las haciendas donde vivió y trabajó a cambio de tierra en usufructo; en otras palabras, se volvieron arrendatarios. Debido a que los peninsulares y los criollos se constituyeron en la clase empresarial que manipulaban el trabajo indígena y negro, originó que los mestizos también llamados castas, fueran empleados como auxiliares asalariados en la minería, agricultura, como vaqueros, arrieros tejedores, herreros, pequeños comerciantes, etc. Y donde el trabajo era escaso, se convirtieron en vagabundos que robaban a las comunidades indígenas. Rechazados tanto por los blancos cómo por los indígenas.

Indios: los naturales que eran caciques colaboraron con los conquistadores y recibieron a lo largo del periodo colonial un trato preferencial por parte de los españoles, fueron conservados en sus puestos de dirigentes locales para exigir tributos y trabajo a las masas indígenas, facilitando así el sistema español de dominación indirecta. Los indígenas fueron concentrados en los llamados pueblos de indios o reducciones, lo que hacia mas fácil la recolección del tributo y el empleo de la mano de obra indígena. Debido a que la organización de los pueblos indígenas, como pieza clave de la estructura de la sociedad colonial, exigía la existencia de tierras enlas que éstos pudieran trabajar para permanecer en sus pueblos, sustentarse, tributar y estar en condiciones de ir a laborar en las haciendas, la Corona dispuso que tuvieran tierras ejidales. Las consecuencias inmediatas de la conquista y la ocupación de las regiones más densamente pobladas de las civilizaciones indígenas fueron catastróficas. Una combinación de enfermedades epidémicas (viruela, sarampión, tifoidea, etc.), de trabajo excesivo y la consiguiente debilitación física y el choque cultural inducido por el remodelamiento de una sociedad comunitaria conforme a las líneas individualistas orientadas hacia el lucro, produjo en el siglo XVI y principios de XVII un descenso demográfico intenso entre la población indígena. Esto trajo como consecuencia un incremento en la importancia de las castas en la población total, alrededor de 1650.

Negros: el africano fue desarraigado de sus comunidades de origen y traído a América contra su voluntad. Hay noticias de importación de esclavos  negros desde el momento mismo de la promulgación, en Guatemala en el año de 1543, de las Leyes nuevas. El negro que llegó a Centroamérica  en el periodo colonial, procedía de las Antillas y tenia su antecedente cultural en la llamada cultura Yoruba. Fue a partir de 1545 que la afluencia de negros a Honduras alcanzó una relativa consideración. Llegó principalmente a la costa norte, entonces poco poblada, y a la zona minera de la región central. El africano pronto se mezcló con la población indígena y mestiza, y sus descendientes se establecieron principalmente en los departamentos de Colón Atlántida, Yoro y La Paz. La esclavitud en Honduras fue siempre de poca importancia y los censos del siglo XVIII acusan su desaparición progresiva y la insignificante proporción que constituían los esclavos dentro de la población nacional.

Durante el siglo XVIII el núcleo mas importante de Honduras lo constituían los esclavos reales de Omoa; a fines del mismo siglo se estableció, en el actual departamento de Colón, un fuerte grupo  africano llamado “Vicentino”, ya que en 1796 los ingleses habían ocupado la isla de Roatán, poblándola con negros procedentes en su mayoría de la antigua posesión francesa de San Vicente, en las Antillas menores; posteriormente fueron transportados a Colón.En el noroeste de Honduras, región solo ocasionalmente visitada por los españoles y además poco poblada, el negro se integró con la población indígena constituyendo los zambos.

 

 ESTRUCTURA SOCIEDAD COLONIAL 

La sociedad colonial se estructuró en diversos grupos o estamentos ordenados jerárquicamente.

En el siglo XVI, los conquistadores a raíz de sus hazañas guerreras ocuparon el primer rango social. Sus objetivos principales eran la riqueza, el poder y la honra. Les seguían los primeros pobladores que habían fundado ciudades e iniciado la colonización. Luego se ubicaron los vecinos con casa y patrimonio en la ciudad y los moradores que se ganaban la vida como mineros, pequeños comerciantes, artesanos o granjeros. Por último, los tratantes, pulperos, buhoneros, vendedores ambulantes, etc. conformaron el pueblo urbano.

Esta primitiva sociedad hispana, de marcado carácter señorial, se constituyó  en base al usufructo de la mano de obra indígena por medio de las encomiendas.   Gracias a la institución de los mayorazgos el grupo social dominante conservó la mayor parte de su patrimonio por generaciones.

Más adelante el dinero se convirtió en el mejor y más eficaz vehículo de movilidad social. Con él se podían comprar la nobleza y el favor del rey, especialmente a lo largo del siglo XVII. Los funcionarios más importantes de la corona, como virreyes, gobernadores,  etc., el alto clero, encomenderos y hacendados compartieron desde entonces este privilegiado estamento social.

Los hijos de los españoles nacidos en América -criollos- aumentaron paulatinamente en número y engrosaron al estamento social más alto. En el siglo XVIII comenzaron a autodenominarse americanos y disputaron fervientemente los principales cargos públicos a los peninsulares. Esta pugna fisuró la unidad y los intereses que había cohesionado al grupo blanco en los siglos anteriores, sembrando la semilla de la emancipación de las colonias americanas.

Criollos y peninsulares nunca fueron muy numerosos. A mediados del siglo XVI había unos 150 mil de ellos en la América española, cifra que aumentó a los 660 mil promediando el siglo siguiente. Recién a comienzos del siglo XVIII la población blanca sobrepasó el millón de habitantes.

Pero no sólo el dinero determinó la estratificación social durante la época colonial. Desde los primeros momentos de la conquista el español se unió sexualmente a las mujeres aborígenes, surgiendo de esa manera el mestizo.

Paulatinamente el número de los mestizos aumentó, cosa que se reflejó en la aparición de una legislación discriminatoria contra ellos. Así por ejemplo, se les prohibió tener repartimientos y encomiendas o desempeñar oficios públicos y reales. «Excluidos de toda función social y del reparto de bienes -señala Manuel Lucena Salmoral- fueron prácticamente empujados a ser pequeños agricultores en un mundo donde la tierra estaba ya repartida entre blancos e indios, lo que les convertiría en un detonador social».

En las ciudades iberoamericanas convivieron los mestizos, negros e indígenas. Del cruce entre todos estos grupos nacieron las castas, uniones poli raciales de escasa incidencia blanca en las que el negro entraba como alguno de sus componentes. Para distinguir a los innumerables tipos étnicos que surgieron de estas uniones, en la época se empleó una nomenclatura muy pintoresca: mulato, zambo,morisco, albarazado, lobo, cambujo, tente-en-el-aire o no-te-entiendo son sólo algunas de las denominaciones que proliferaron en toda la América española.




 

 

 



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